Amanece un nuevo día y ya es viernes. Estoy todo el día pensando en el entrenamiento de la tarde, de hacer tres horas, una de cada cosa, pero al llegar a casa me entra una gran bajona y me quedo tirado en el sofá toda la tarde. Adiós piscina. Adiós bici. Adiós carrera.
Conclusión, descanso total. Y ya van cuatro de cinco.
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